Oferta con rojo, 1988
En esta exposición me encontré con varias obras que formarían parte de sus últimos años de producción. Cuadros grandes con intensos colores.
Porque que los colores sean intensos y bonitos no hay que dudarlo, sólo hay que observar la primera fotografía, un cuadro con un rojo increíble. Sin embargo, no me va a llamar nada la atención la forma en que se han plasmado esos colores, dando lugar a formas muy extrañas, formas abstractas. Y ese es el gran problema que tengo yo con la abstracción, porque considero que este arte puede poseer una enorme expresión y sentimiento que emana del autor. Sin embargo, yo, como público, no soy capaz de captar lo que las obras intentan decirme.
La brecha III, 1989 |
Y eso es lo que me ocurre con las obras de José Guerrero: no las entiendo. Las observo desde diversos puntos de vista, pero nada. Y como colofón se me presenta en una de las paredes una enorme frase que dice: "EL ARTE ES PARA TODOS, PERO SÓLO UNA ÉLITE LO SABE".
Verde de sapén, 1990 |
Y esas palabras me frustran, me hacen sentirme un ignorante, y salgo enfadado de la exposición por la dichosa frase.
No digo que no sea arte, pero no voy a pretender inventarme emociones que en realidad no me ha transmitido. Me gusta otro tipo de estilo, y al igual que aquí yo sólo veo colores intensos y bonitos en un desorden, otra persona verá en estos lienzos verdaderas obras maestras, y por supuesto lo respeto, porque el arte posee infinitos puntos de vista, infinitas maneras de mirar la realidad.
Y eso es lo que la élite no sabe.