Segundo trabajo en pintura. Consistía en hacer el dibujo que quisiéramos, y yo elegí hacer el rostro de una chica sacada de mi imaginación.
Está realizada en un formato A3 con lápices de colores acuarelables, puesto que es la técnica que mejor domino (la única, en realidad).
A pesar de ciertos cambios que me gustaría hacerle, estoy satisfecho con el resultado, sobre todo con el cabello, que le ha concedido intensidad y viveza al rostro, el cual, en un principio, se veía mucho más apagado y frío.
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